AMOR  A  PRIMERA  VISTA

 

Esto es lo que ocurrió entre mi Big y yo cuando la vi en Expomotor de Avilés en mayo de 1.991. El modelo anterior ya me gustaba muchísimo, pero al ver esa figura tan estilizada, el afilado “pico pato” y ese color azul, sólo pensaba en una cosa: tiene que ser mía.  Pero para ello tenía que vender mi Suzuki TS-125X que tantas alegrías me había dado.

            El gran día fue el 21 de junio de 1.991, por fin se cumplía mi sueño. Lógicamente se nota el cambio de cilindrada, el peso y el tamaño, pero enseguida demostró que se comporta con gran nobleza, siendo desde entonces mi fiel compañera por esas carreteras que tanto nos gusta recorrer juntos.

 

    Big nueva. Junio 1991

         

            Creo que mi compra fue acertadísima, pues se trata de una moto muy robusta, versátil,  cómoda y económica. Como en todos los asuntos de las dos ruedas, siempre habrá quien opine otra cosa, pero para mis rutas es una maravilla, pues se comporta con eficacia y gallardía en todo momento, cumpliendo a la perfección en todo tipo de carreteras.

Allá voy.....

   

Se mire por donde se mire.........una gran máquina.

A lo largo  de estos años, la Big no ha sufrido modificación alguna, permaneciendo con los elementos originales. Lo único novedoso ha sido la adquisición de una maleta que presta un gran servicio para llevar equipaje o el avituallamiento.

La Big en Mayo de 2004

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