Esta es la escapada más larga que hice con mi Big. Era el año 1.999 y con motivo del Xacobeo nos animamos mi hermano Pablo, con su Honda Deauville, y yo a hacer este itinerario cultural y turístico tan atractivo. Como sólo disponíamos de dos días, no podíamos recorrerlo en su integridad, así que el 23 de Junio de 1999 partíamos de Bayas como dos niños con zapatos nuevos.

          Nuestra idea era ir hacia León y allí enlazar con el llamado Camino Francés para llegar por él a Santiago y luego regresar siguiendo la costa, el Camino Norte.

          En todo el recorrido procuramos seguir con fidelidad el Camino, por lo que jamás pisamos autopista o autovía alguna.

El Salvador- Oviedo

  También aconsejo que compréis Carbayones , pasteles típicos hechos con almendra y que tienen el mismo nombre con el que se conoce a los ovetenses.  Tienen fama los de Camilo De Blas, pero yo prefiero otros:

           Desde la capital hacia León, por la N-630 . Atravesamos Mieres, Pola de Lena y Campomanes antes de comenzar la ascensión al mítico Puerto de Pajares, subida divertida donde las haya y en cuyo alto está el Parador de Pajares, desde el que se divisa con todo esplendor la Cordillera Cantábrica.

           Nada más comenzar el suave descenso hacia la Meseta podéis desviaros a mano derecha y visitar la Estación Invernal y de Montaña de Valgrande-Pajares también conocida como “El Brañillín”.

           En la localidad de Arbás del Puerto podéis visitar la Colegiata, donde los exhaustos peregrinos encontraban descanso y alimentos tras la dura ascensión.

           Pasamos por Villamanín, Pola de Gordón y La Robla antes de llegar a la monumental ciudad de León, la Legio VII Gemina de los romanos.

           En León hay mucho que visitar, pero yo destaco su impresionante Catedral Gótica, la más francesa de la catedrales españolas.

           Sus bellísimas vidrieras, vistas desde el interior son un espectáculo que no os dejará indiferentes.

            De León partimos por la N-120 hacia Astorga, cuna de la Maragatería y que cuenta también con importantes monumentos que van desde los restos de época romana, pasando por la Catedral Gótica y el Palacio Arzobispal, obra del genial Gaudí.

           Astorga tiene para mí un recuerdo especial pues allí cumplí el Servicio Militar en el Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña , Cuartel de Santocildes.Vaya desde aquí un afectuoso saludo a todos los amigos que hice allí, a todo el Reemplazo primero de 1.994 y , en especial, a la “gloriosa” Banda de Música de la que tuve el honor de formar parte.

           Abandonamos Asturica Augusta en dirección a Castrillo de los Polvazares, donde os aconsejo degustar el famoso Cocido Maragato. Pasamos por Santa Colomba de Somoza, Rabanal del Camino y llegamos al Alto de Foncebadón, desde donde se divisa la majestuosa Sierra del Teleno, desde la que los romanos llevaban agua canalizada hasta Las Médulas, en El Bierzo, y, mediante el sistema del derrumbe, extraían oro. Si tenéis tiempo os aconsejo que las visitéis, se trata de una increíble obra de ingeniería.

        En Foncebadón está la “Cruz de Ferro”, a cuyos pies los peregrinos arrojan piedras traídas desde sus lugares de origen. Pablo y yo cumplimos con la tradición y allí quedaron unas piedras traídas desde Bayas.

        Aquí nos veis gracias a unos peregrinos que venían desde Sabadell en bicicleta.

       Eso sí que tiene mérito, peregrinos con el sudor de su frente.

Ya estamos en El Bierzo y, tras pasar por Molinaseca, llegamos a Ponferrada, ciudad con una importante actividad industrial y comercial. Siguiendo la N-VI atravesamos todo El Bierzo, donde merece visita Villafranca.

        En el Alto de Pedrafita do Cebreiro  hay un albergue para peregrinos y paramos a descansar un poco pues en El Bierzo sufrimos un calor sofocante.

     Continuamos camino por el Alto de Poio, Triacastela(zona de gran actividad sísmica), Samos(destaca su enorme monasterio , Sarria, cruzamos el Miño en Portomarín, donde paramos a repostar y relajarnos con la contemplación de las tranquilas aguas.

       Guntín, Palas de Rei, Melide, Arzúa, Labacolla nos llevan en volandas a Santiago, que nos recibe con un sol espléndido en contraste con su fama de ser un lugar donde la lluvia es arte. Aparcamos nuestras “carramplas” curiosamente junto a la estatua de Alfonso II el Casto, que fue el primer monarca peregrino a Santiago. La ciudad compostelana nos encandila con sus plazas y rúas, visitando la Catedral    y cumpliendo con las costumbres de los peregrinos y la visita a mi tocayo el Apóstol.

     Partimos por la N-550 en dirección a La Coruña, ciudad que yo no conocía y que me entusiasmó, haciendo honor a su fama de que en ella nadie se siente forastero. Hizo de “cicerone” Maika, amiga nuestra de Oviedo, que, con unas compañeras suyas del banco, nos condujo con maestría por la noche coruñesa. Tuvimos además la suerte de coincidir que era la Noche de San Juan y allí la celebran haciendo hogueras en las playas de Orzán y Riazor.

           Dormimos poco, pero mereció la pena, y nos levantamos dispuestos a conocer algo de La Coruña. En el puerto vimos partir al velero “Juan Sebastián Elcano”    y nos hicimos algunas fotos, así como también en la Torre de Hércules.

       Salimos por la N-VI hacia Betanzos y, de allí, por la N-651 hacia Ferrol,  acordándonos del mes de Instrucción que pasó allí nuestro hermano Iñaki. En el puerto había comité de bienvenida al velero que habíamos visto partir de La Coruña, pero como ya lo habíamos visto, nos dirigimos a Cedeira por la costa.

           Las Rías Altas ofrecen unos paisajes preciosos que merece la pena visitar y, además, la gastronomía de la zona os permitirá reponer fuerzas, pues en Cedeira hicimos parada para comer junto al puerto y la verdad se que se nos hizo la boca agua.

 Ría de Viveiro- Lugo

         Después del receso continuamos por la   costa   nuestro     periplo : Ortigueira,       O Vicedo, Viveiro  , Burela, Foz y Ribadeo nos acercan a Asturias.

Continuamos por la N-632 por Tapia de Casariego, Navia, Luarca y Soto del Barco hasta llegar a Bayas cansados pero felices por lo que habíamos disfrutado estos dos días y por la cantidad de lugares hermosos por los que habíamos pasado.

            Espero que para el 2.004 podamos repetir esta magnífica excursión y que se nos pueda unir nuestro hermano Iñaki. Tampoco estaría mal que se apuntase algún otro motero de Bayas, porque iba a disfrutar a tope.